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LOS GUERREROS URUGUAYOS SON PLATEADOS

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11705318 910599229006199 6619238177491619123 nCorría el mes de mayo de 2014, la dirigencia de la LI.VO.SUR estaba realizando sus tareas diarias en la antigua oficina cuando de pronto cae un mail a la casilla.
Ese mensaje contenía la solicitud de una reunión con la dirigencia de la liga porque un grupo de personas tenía en mente un proyecto que quería conversar con la directiva, jamás se pensó llegar a lo que luego terminaron logrando.

Las máximas autoridades de la liga en ese entonces accedieron a esta sesión y escucharon las propuestas que tenían estas personas.
El tema principal de esta "juntada" fue la participación competitiva de un equipo formado por jóvenes y adultos especiales. La liga en ningún momento dudó su asistencia al torneo y accedieron a su petición.


Este equipo venía practicando desde el año 2012 a cargo del licenciado Sebastián Collazo, un técnico serio y humilde que continuamente destaca la labor de sus dirigidos y aclara que el reconocimiento siempre le pertenece a ellos y no a él.


Las primeras prácticas eran realizadas en el Club de Bochas de Nueva Palmira, a comienzos del proyecto, no existía mucho la competencia, únicamente enfrentaban a conjuntos de otros departamentos que también tienen representantes de la organización olimpiadas especiales dentro de nuestro territorio.


En 2014 llegó el turno de mudarse de escenario, en este caso irían al Club Defensor Sporting donde practican los sábados a la hora 16:30.
Ese mismo año debuta en la LIVOSUR, donde por primera vez se empieza a ver a los chicos teniendo una competencia estrecha con otros.
Los partidos de Olimpiadas Especiales dentro de la liga no pasaban desapercibidos, todos los conjuntos querían jugar con ellos, según declaraciones de los rivales "era una satisfacción poder estar enfrentándolos" además acotaban "son partidos que quedarán en la historia. Creo que todos hacemos esfuerzos, pero los de estos chicos no dejan de llamar la atención".
Además, cuando culminaba el encuentro y para darle fin a una tarde amena, el equipo de Olimpiadas Especiales y su rival se tomaban una foto que significaba el fin de una nueva guerra, pero una guerra en las que todos querían participar porque ambos conjuntos eran victoriosos.
Una nueva guerra se le planteaba a Olimpiadas Especiales, en este caso, ir a representar a tres millones y poquitos de personas. Para este enfrentamiento se iban a sumar dos nuevos estrategas: Ignacio Collazo y Nelson Costa, este último proveniente de la ciudad de Rivera. Ambos acompañarían a Sebastián Collazo y a sus 12 soldados.
A los guerreros uruguayos les tocaba una difícil pasada, enfrentar a grandes ejércitos como son Corea, Japón, India, Costa Rica, Kazajistán y el local: Estados Unidos.


Luego de que los soldados uruguayos combatieran, a dos rondas, contra todas las potencias, se los agrupó por las características similares de habilidad dentro del deporte.
Uruguay disputó la serie B luego de haber combatido frente a todos. La guerra final de la A fue disputada entre Corea y Costa Rica, donde el victorioso fue el ejército coreano.


De todas formas, los guerreros compatriotas en las dos rondas previas supieron derrotar al finalista de la serie A: Costa Rica. Pero como es costumbre lamentablemente para los representantes uruguayos, nunca la tienen fácil y siempre hay impedimentos en todas las guerras. En nuestro caso al comienzo de la segunda ronda previo a ser categorizado en serie A o B, sufrimos la lesión de 4 guerreros. Si habrá sido de tal magnitud esa herida, que no pudieron seguir combatiendo en representación de nuestro país.
A pesar de todo, como uruguayos que son, los compañeros de los lesionados supieron tomar esa magulladura como un puntapié para ir en busca de algo importante.


Esa motivación se vio claramente en la forma de cómo afrontar las próximas guerras. Los compatriotas buscaban un juego vistoso y esencial del deporte como es lo colectivo, mientras que en los rivales eso no era lo principal, sino que era pasar el balón al otro lado debido a la presión que tenían atrás por conseguir una medalla.


Por encima de todos los ejércitos se ubicaban Corea y Japón que delimitaban un alto nivel competitivo y además poseían un sistema bien definido mostrando el trabajo metodológico desde la enseñanza técnico-táctica.
Además estos soldados entrenan cuatro veces a la semana y tienen detrás un apoyo económico de sus federaciones, apoyo logístico en cuanto a vestimenta en general y elementos necesarios para realizar la práctica. Poseen asesores en cuanto a nivel educativo y deportivo.
Estas son situaciones totalmente distintas que logran agigantar el galardón obtenido por parte de los guerreros compatriotas.
Bajo toda esta coyuntura, Uruguay debió enfrentar al local Estados Unidos en la final de la serie B. Lamentablemente no pudimos ser el clásico aguafiestas como venimos siendo en las últimas competencias en todos los deportes.
Con mucha humildad, respeto hacia el otro, disciplina, buen juego y sobre todo, siempre con una sonrisa al momento de enfrentar al rival, los guerreros uruguayos se colgaron la medalla plateada en su cuello.


Las guerras van y vienen y estos soldados serán eternos, no por su ataque nuclear, sino por la capacidad especial que poseen para superar los obstáculos planteados a lo largo de su vida.